Sección IV. “El Dibujo como Proyecto Personal”

 

EL DIBUJO: CANON Y ESTILO CREATIVO

Dr. Antonio Bautista Durán

 

 

Introducción 

Si ponemos sobre la mesa un tema de representación artística que haya estado siempre presente en todos los milenios de historia del Dibujo, como es la propia representación humana, donde el diseño y dibujo de su morfología ha llegado a ser una característica cultural de los así llamados cánones, producto de proyectos colectivos, tenemos que aceptar que la actitud canónica en el Dibujo figurativo y sus resultados plásticos han ocupado el mayor espacio temporal de la historia, frente al corto periodo de libertad de expresión individual del Dibujo de estilo creativo de la figura humana. Sólo desde hace relativamente poco en el pasado milenio se ha conseguido ese lento logro de la victoria del proyecto dibujístico personal frente al colectivo, que llega por fin al estilo creativo de la propia singularidad.

 

De esta dialéctica entre el presente y el pasado, sin extremismos, avanzamos ya en el tercer milenio entendiendo las reglas canónicas pretéritas y el aprendizaje actual del Dibujo de la figura humana no como elementos cerrados y desconectados como en el pasado, ni como actuales interrogantes intuitivas insondables e irracionales,  sino como un continuo diálogo de las reglas canónicas con aquella voluntad artística de la que hablara Riegl, cuyo fin no es otro que facilitar la salida del lenguaje constructor  y transformador de conocimiento como es el dibujo de estilo personal y creativo.

La antigua y todavía actual característica propia del Dibujo de ser la estructura o esqueleto que precede al resto de representaciones plásticas, ya deja de predeterminar el resultado final canónico, como en otras épocas, permitiendo la búsqueda personal y la experimentación, pudiendo llegar a convertirse la acción de dibujar en un proceso de investigación de sí mismo o del entorno. Sin embargo, no se improvisa en el Dibujo por muy grande que sea la sensibilidad artística, como decía Rouault, sino que siempre hay dentro de la mente un progreso que cumplir, y una metodología que aplicar.

Nuestra comunicación consiste por tanto en un recorrido de ejemplos históricos y actuales de la enseñanza del Dibujo de la anatomía humana, que evidencian ese paso de las reglas canónicas a la experimentación creativa, eje fundamental de la actual profesión artística figurativa, defendiendo para la enseñanza y el aprendizaje de este Dibujo anatómico creativo una formación igualmente polivalente, en nuestra asignatura "Morfología General y Anatomía Aplicada". Aun tratándose de una asignatura bastante objetiva, donde el alumno debe familiarizarse en el dibujo de las formas estructurales internas del cuerpo humano, óseas y musculares, pretendemos ofrecerle una visión histórica general, para partir de la comprensión de otras intenciones e ideas que enriquezcan la formación en su propia personalidad, a la hora de dibujar.

Revisión histórica

Exactamente intentamos partir en nuestra docencia de la comprensión tanto de la actitud canónica en el dibujo figurativo, como de las claves teorico-plásticas que encierra la creación de todo diseño figurativo original. A cualquier persona llama su atención el hecho de que esta figura humana, como modelo desnudo, que podemos considerar constante y sin variaciones biológicas importantes a través del tiempo histórico, se haya dibujado sin embargo tan diversamente en las diferentes épocas artísticas. Esa variabilidad es precisamente la misma esencia del dibujo, en cuanto que el dibujo es ante todo un proceso constructivo íntimamente unido a la mente en el preciso instante de su ejecución, es expresión aunque se use para imitar, y en cuanto a que cada dibujo es un asunto siempre nuevo y diferente, en cuyo proceso intervienen muchos factores que pueden multiplicar esa variabilidad formal, además de mental.

 

            El papel del Dibujo ha sido entendido de forma reducida como mero reproductor visual de un modelo, olvidándose a menudo el proceso intelectivo que supone traducir una realidad tridimensional a dos dimensiones. La huella dactilar del conocimiento que supone dibujar, sin embargo, ha estado casi siempre seriamente conducida por convencionalismos sociales y culturales que llamamos cánones: si volvemos una mirada al pasado, sorprende apreciar las largas cadenas de tres milenios de canon egipcio dibujando estereotipadamente a la figura humana con el mismo molde, o los repetidos y reversionados contrapostos de los cánones clásicos, o las semejanzas de errores anatómicos de los cánones medievales.

                        Es también la limitación de una sola forma de conocimiento y de "libertad" artística.

 

Nuestra tesis doctoral, "El Canon en el Arte", fue ya un serio intento de discernir precisamente de los dibujos figurativos claramente canónicos del cuerpo humano, egipcios, clásicos y medievales, no tanto los factores variables, como lo que de constante que en su dibujo se mantuvo, y distinguir no tanto los hechos individuales diferenciadores de cada obra particular, como el sustrato común a todas para averiguar en base a qué planteamientos conceptuales fue posible la elaboración de tales diseños canónicos, y su particular canon de representación.

Hacia el estilo creativo

            La ruptura de los cánones en el dibujo, suponen la toma de conciencia del pasado, y el que podamos desde Goya hablar de modernidad y de libertad de experimentar. Sin embargo este logro es lento, y no significa tirar por la borda tantos años de normas de dibujo, sino por el contrario, siempre se insiste en su estudio para el aprendizaje. Un ejemplo es Le Corbusier, que pese a revolucionar el dibujo constructivo, reivindica el conocimiento de las reglas. Accidentalmente, observa que el ángulo recto de su escuadra rige la composición del Capitolio de Roma de Miguel Ángel, y experimenta el mismo hecho en obras de Cezanne. Esto le llevó a asegurar que:

"La composición de las obras de arte está regida por reglas, las cuales pueden ser métodos agudos o sutiles, conscientes, y también estarcidos trivialmente aplicados, y hasta pueden estar implicadas por el instinto creador del artista, en cuanto manifestación de una armonía intuitiva."

 

 

Consideraciones generales sobre la involución canónica en el dibujo figurativo

             Pese a la paulatina subjetivación del arte que hemos comentado, todo el peso de la tradición canónico-figurativa predominante en el arte desde sus comienzos históricos ha influido no obstante irreversiblemente a la hora de formular las distintas teorías contemporáneas sobre la figuración plástica humana, y ha permitido que se siguiera validando, siempre bajo el prisma de la conquistada libertad del artista, toda una serie de principios y prescripciones o reglas sobre el Dibujo figurativo, gracias al demostrado valor universal que esas reglas han tenido en la historia de los cánones.En este sentido, todo este continuismo canónico que puede seguirse en la evolución histórica del arte, sobre todo del occidental y egipcio, se puede explicar por la práctica decisiva del aprendizaje en los talleres. El aprendiz, hasta hace poco, siempre fascinado por la obra de su reconocido maestro, a su vez aprendiz de un maestro anterior, dedicaba la mayor parte de su tiempo a la apropiación de las reglas y maneras, técnica y teoría que veía y oía comentar a su maestro, afectando así a su propia percepción y entendimiento personal, y a la imposibilidad de efectuar, de no ser mucho más tarde, otro tipo de experimentación más creativa, estableciéndose un círculo cerrado del que resultaba difícil salir; incluso la dominante idea de superar al maestro se concebía dentro de ese juego de reglas de clara inspiración canónica y considerada validez universal.

 

 Incluso hoy día se puede hablar de un consenso, a veces objeto de dudas, entre las diversas escuelas y facultades de arte a la hora de establecer el conjunto de normas básicas para el aprendizaje del dibujo de la representación figurativa, siempre refrendado por el ejemplo, obra y éxito de los considerados grandes maestros antiguos y contemporáneos. Se sigue estableciendo la necesidad de la educación del ojo y de la mano según esos principios universales y heredados de toda nuestra cultura canónica que nos llega del pasado, antes de pasar a una etapa creativa posterior, porque sería difícil avanzar sin la adquisición de esos principios, los cuales parecen mantenerse universalmente.Si tras el aprendizaje, el artista figurativo pretende llegar más lejos, no tira por la borda todo ese conocimiento sobre la figuración que le ofrece la Historia, sino que lo pone al servicio de sus intereses personales en la experimentación de su "canon" personal.  Dar este paso es el momento clave del dibujo figurativo para la actualidad, pasar del aprendiz de la historia, al creador.